Si bien en el último tiempo se han generado indicadores que evalúan la calidad de vida urbana en las ciudades, estos indicadores tienden a centrarse en las condiciones objetivas o servicios que supuestamente debe ofrecer una ciudad.
Por qué medir
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Sin embargo, el vínculo de los habitantes con su ciudad es eminentemente subjetivo. Es así como las mismas condiciones materiales existentes en distintas ciudades, no necesariamente generan una equivalente sensación de bienestar y felicidad.
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Así, conducir y gestionar las ciudades con objetivos e indicadores de bienestar subjetivo y felicidad, permite desarrollar ciudades con foco en las aspiraciones y experiencias de las personas que las conforman.
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Medir el IMLV y los índices particulares de cada dimensión que lo componen, permite diagnosticar las fortalezas y oportunidades de mejora de la ciudad o comuna para desarrollar el tan ansiado bienestar y felicidad de sus residentes.
CIUDADES más HUMANAS
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MEJOR LUGAR para VIVIR
